30 de diciembre de 2014

Con ojos de olvido


Ojalá me hubiera animado a detenerme en el momento exacto en que todo se volvió perfecto, tan perfecto como para arruinarlo sin salir corriendo. Vos tan seguro y yo tan frágil, el tiempo supo hacer lo suyo. Todo se volvió destrucción, jugamos con eso como si se tratara de un parque de diversiones de donde no nos queríamos ir. Yo era una rosa llena de espinas y decidiste abrazarme. Ahora todo está tan frágil, monótono y roto que duele. Nunca quise verte así.

26 de noviembre de 2014

Utopías


Tus zapatos se funden en el frío invierno y yo voy detrás, con la paciencia infinita que solo tenemos los que luchamos por lo imposible. Nunca aprendí a dejarme caer, nunca me cansé de esperar un destello en tus ojos llenos de espacio. Lo mío es no olvidarme de todo lo que me dijiste sin darte cuenta, es buscar un pedazo de cielo en el mismo infierno. Mi punto final llega hasta ahí, hasta donde pueda llamar tu atención y robar un poco de tu tiempo. Hasta cuando me miras para saber que pienso, y en realidad pienso, que te quiero como se quiere a todo aquello que no se puede tener. Es tan utópico que asusta, pero ahí siempre estás vos.

18 de octubre de 2014

Sobreviviendo


Leías libros viejos, decías que te ayudaban a olvidar el presente. Y un montón de páginas después lo entendiste. Reíamos a carcajadas y mientras guardábamos una canción para el día siguiente. La música aliviaba la tristeza de tener que afrontar lo nuevo, éramos libres a nuestro modo. Decías que valía la pena esperar tiempos mejores, pero éramos un derrumbe. Y sí, las páginas no se daban vuelta solas, del mismo modo que no se puede tapar el sol con un dedo. Sobrevivimos repitiendo historias, ahogando penas y cuestionando expectativas. Fuimos capaces de entender que la felicidad era parar de pensar en el pasado, sin ignorarlo, y escuchar esa canción. Nuestra canción. Y no lo hice, no te ignoré, y en la oscuridad olvidábamos lo que podía llegar a pasar. Comprobamos que todo tiempo pasado fue mejor, mucho mejor, de lo que jamás podíamos llegar a ser.

6 de octubre de 2014

Tiempo


Desde mi punto de vista nada es lo que parece. Siempre es la misma situación, cada uno por su lado tratando de encontrar una solución al problema, y yo termino juntando todas las piezas de un rompecabezas que nunca voy a poder armar. Teníamos tanto por perder que nunca te importó luchar, ni siquiera por una causa tan justa (como un nosotros). Decías que te gustaban mis ojos, hasta que me viste llorar y me soltaste la mano. Todavía guardo una pieza de ese rompecabezas. Ahora me doy cuenta de que, en realidad, las piezas no encajaban.