23 de diciembre de 2015

Desahogo


Siempre es invierno. Todo es tan frío que duele y quema, como este instinto de supervivencia que me tuve que inventar hasta que vuelvas. Ya antes de irte tuve que aprender a perder y aún teniéndolo todo me doy cuenta que en realidad no tengo nada. Y a mi soledad le hablo de vos. De tus ojos. De la risa que usas para que lo triste deje de ser monótono y lo aburrido voraz. Siempre buscando complicidad con lo ingenuo sabiendo que sos mi punto débil. Que mis días siguen siendo fríos, que siguen siendo más tuyos que míos. Y siempre es invierno.