30 de diciembre de 2014

Con ojos de olvido


Ojalá me hubiera animado a detenerme en el momento exacto en que todo se volvió perfecto, tan perfecto como para arruinarlo sin salir corriendo. Vos tan seguro y yo tan frágil, el tiempo supo hacer lo suyo. Todo se volvió destrucción, jugamos con eso como si se tratara de un parque de diversiones de donde no nos queríamos ir. Yo era una rosa llena de espinas y decidiste abrazarme. Ahora todo está tan frágil, monótono y roto que duele. Nunca quise verte así.

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