A veces, y sin esfuerzo,
cuando me decido a ser libre
descubro un paisaje soñado.
Y veo tus ojos.
Las olas llevan consigo
descubro un paisaje soñado.
Y veo tus ojos.
Las olas llevan consigo
un compás incómodo
Y te veo en el olaje,
que rompe mi estructura
y por fin entiendo
que acostumbro a escuchar
sin preguntarme
el sonido de lo que me pierdo.
Y te veo en el olaje,
en lo voraz del viento,
y al caer el sol
me guardo el aroma
de un verano que se va.
Ya no me pregunto
Ya no me pregunto
que será de mañana
porque decidí habitar
la sorpresa.
Y ya no son refugio
mis ojos cerrados,
y aunque es en sueños
y aunque es en sueños
me animo a contarte;
que el tiempo
que el tiempo
ya no es un defase.
Y que no te olvido.