21 de noviembre de 2024

Oleada



A veces, y sin esfuerzo, 
cuando me decido a ser libre
descubro un paisaje soñado.
Y veo tus ojos.

Las olas llevan consigo 
un compás incómodo
que rompe mi estructura
y por fin entiendo 
que acostumbro a escuchar 
sin preguntarme
el sonido de lo que me pierdo.

Y te veo en el olaje, 
en lo voraz del viento, 
y al caer el sol 
me guardo el aroma 
de un verano que se va.

Ya no me pregunto
que será de mañana 
porque decidí habitar 
la sorpresa.

Y ya no son refugio 
mis ojos cerrados,
y aunque es en sueños
me animo a contarte;
que el tiempo 
ya no es un defase.

Y que no te olvido.